Renovación de las alamedas

Ya se ha terminado e inaugurado los trabajos de que se han hecho en las alamedas de la Constitución, Ramón y Cajal y Corregidor Lapuente. Éstas han sido las primeras en recibir este lavado de cara que progresivamente se extenderá al resto.

  

Se han sustituido los bordillos de los parterres por otros nuevos y se han eliminado las barandillas.

Diferencia entre el antiguo y el nuevo bordillo.

Los bancos, que al igual que los antiguos bordillos se habían quedado hundidos, se han recrecido y colocado al nivel del nuevo albero. También se han homogeneizado las entradas a las viviendas usando adoquín de color parecido al albero.

 

Se ha mejorado el arbolado y la jardinería así como el sistema de riego. Los setos son de una nueva variedad (myrtus tarentina), se han añadido arbustos y plantas introduciendo nuevos tipos que aumentan la variedad y se han sustituido algunos árboles y añadidos otros donde faltaban.

Dentro del arbolado se agradece que también hayan incluido algo de variedad puesto que hasta ahora los únicos nuevos ejemplares que se plantaban eran almeces (Celtis Australis). No obstante subrayar que se han dejado algunos huecos vacíos y que en algunos sitios han sido muy conservadores con el número de ejemplares plantados dejando mucha distancia entre ellos.

A la izquierda nuevo árbol plantado a gran distancia de los ya presentes antes de las obras. A la derecha, ejemplo de densidad en el arbolado más antiguo.

La noticia del inicio de las obras publicada en La Verdad se recogía que las farolas isabelinas iban a ser sustituidas por “otras de aluminio inyectado”, punto confirmado por el Ayuntamiento a través de su portal de transparencia. Según la respuesta que me mandaron las nuevas farolas eran el “modelo Stylage de 32 LED” y con temperatura de color blanco cálido (3.100ºK). No se sí al final se liaron y no entendieron bien lo que preguntaba o qué pasó que no acertaron en ninguna de las dos cosas.

Afortunadamente han mantenido el modelo clásico adaptado a la tecnología LED (me confirmaron en la respuesta lo que ya me suponía, que esto “sale algo más económico” que cambiar toda la farola). Donde sí han colocado estas nuevas ha sido en el tramo de la alameda Ramón y Cajal entre la avenida y el paso a nivel, dentro ya de las obras de Juan Carlos I, y que son idénticas a las de la calle Floridablanca.

Las farolas han sido repintadas. Podían haber elegido pintura efecto forja como hicieron en la plaza Concha Sandoval (plaza de la bordadora) así como haber tenido algo más de esmero.

Detalle del acabado de las farolas de las alamedas y de la plaza Concha Sandoval.

La adaptación a LED ha consistido en la simple sustitución de la bombilla y poco más a diferencia de otras adaptaciones (plaza de Carruajes o parque de La Viña) donde se sustituyó todo el bloque óptico de la luminaria. La temperatura de color de dichas bombillas no es blanco cálido, es un blanco neutro que queda algo raro en un entorno como este.

A la izquierda pruebas de la iluminación LED en el mes de enero y a la derecha comparativa con la luminaria tradicional.

En general ha quedado bien aunque hay un par de detalles que podrían haber abordado. Por un lado sustituir la fuente para beber por otro modelo más clásico como sí se hizo en la plaza Concha Sandoval.

 

Por otro reparar los carteles rotos con los nombres de las alamedas. Es que incluso han dejado atado a la farola (y así lo han pintado) uno de ellos, tal como estaba antes de las obras quedando bastante chapucero. Deberían haberlo anclado al suelo de nuevo.

 

En cuanto a las redes de telefonía y telecomunicaciones desconozco si se han construido canalizaciones para soterrarlas. En la noticia de La Verdad antes mencionada sí se hablaba de ello.