Camino Marín y calle Periodista Ángela Ruiz

Tras un retraso considerable por fin se terminó la remodelación del camino Marín y la apertura de la nueva calle que conecta con la Alameda de Cervantes, dedicada a la Periodista Ángela Ruiz. Durante el confinamiento las obras del camino Marín no pararon salvo las dos semanas de cese total de la actividad pudiendo encontrarla casi terminada cuando se autorizaron los paseos y la práctica deportiva.

El camino Marín se terminó en mayo mientras que la calle Periodista Ángela Ruiz se terminó antes, en febrero. Estas obras comenzaron en 2018, momento en el que publiqué una entrada explicando las líneas generales del proyecto, de cómo iba a quedar y que cambiaba respecto al diseño original del plan parcial de la zona. Vuelvo a traer los dos planos para comparar.

 

Como se puede apreciar el proyecto ha vuelto a variar. El carril bici finalmente no se ha construido y se ha optado por las ciclocalles dejando ese espacio para más aparcamientos. No parece mala idea, yo he pasado por ahí con la bici muchas veces y no hay una gran densidad de tráfico como para que sea peligroso ir en bici por la calzada. Peor era antes con el camino sin arreglar y mucho más estrecho.

Detalles de las obras

Las aceras son de adoquín de hormigón modelo Holanda de color otoñal mezclado con otro granallado blanco, igual que en otras zonas como el tramo IV de la Ronda Central, además de incluir pavimento podotáctil en las zonas de los pasos de cebra. En la acera del lado de la vía férrea se ha instalado una valla de protección (malla simple de torsión).

El número de nuevas plazas de aparcamiento creadas según la nota de prensa del Ayuntamiento son 60 en el camino Marín y 85 en la calle Periodista Ángela Ruiz (145 en total). Como las dos calles suelen llenarse de coches es relativamente fácil contarlas y a mí me salen unas 44 + PMR + reserva de espacio en el camino Marín y unas 69 + PMR en la calle Periodista Ángela Ruiz (116 en total, -29 de diferencia).

También se ha mejorado parte del descampado que se usa de aparcamiento disuasorio. Se ha habilitado una parte que estaba en desuso ampliando así las plazas (¿qué pasará cuando se edifique toda esa zona? ¿dónde se meterá tanto coche?). No creo que hayan usado esto en las cuentas de los nuevos aparcamientos pues en el nuevo espacio habilitado caben más de 29 coches. Además se ha abierto un acceso al solar por la calle Periodista Ángela Ruiz aparte del acceso que ya existía con anterioridad en la calle Actor Antonio Tudela. Ese nuevo acceso será una futura calle que enlazará con la calle Actor Ramón Meca tal y como se puede apreciar en los planos vistos anteriormente.

Otro cambio respecto al proyecto original ha sido el del arbolado. Se han construido menos alcorques, 3 menos en total, pero parece que más espaciados. Y una sorpresa inesperada, en vez de plantar naranjos se han decidido por unos plátanos de sombra que dentro de unos años comenzarán a dar una magnífica sombra. En total son 13 en el camino Marín y 21 en la calle Periodista Ángela Ruiz. Además se ha cambiado el tipo de alcorque, de cemento a unos de tierra con solo unos perfiles metálicos mejores para el crecimiento de estos árboles.

 

Da la impresión de que el nuevo equipo de gobierno ha tratado de distanciarse del anterior eligiendo árboles de gran porte en vez del chiste de arbolitos y arbustos en forma de árbol que nos han dejado en los últimos años. Habrá que ver si el cambio es real. De momento la reposición de arbolado perdido en otras calles sigue igual de nefasta que cuando gobernaba el PP.

El último de los cambio respecto a lo proyectado fue el construir una rotonda al lado del paso a nivel. Explicado de forma resumida, durante las obras un poste con cables se quedó en medio de la calzada, le colocaron unas señales de rotonda para ordenar el tráfico de forma provisional y no sé si por esto o por qué ya lo tenían planeado de antes deciden plantar una rotonda en ese cruce. Es como si en los últimos años alguien en el ayuntamiento hubiera descubierto las rotondas y se dedica a ponerlas allá dónde puede.

Ahora bien, después se dan cuenta de que ceder el paso viniendo desde el paso a nivel no es muy seguro pues un vehículo puede quedarse en medio de la vía (¿y en la Alameda de Cervantes qué?) por lo que se borra ese ceda y se pinta uno en medio de la rotonda para dar prioridad a los que vienen de dicho paso a nivel. Tal era la chapuza que la rotonda ha acabado desapareciendo. Sí se ha quedado un ceda el paso dando prioridad a los del paso a nivel, un ceda bastante inútil que yo no he visto que se respete. Las aceras también han quedado estrechas, con la forma de una rotonda ya inexistente.

Una rotonda efímera y un problema que se creó en un cruce que sólo necesitaba un Stop.

Evolución de esta bazofia.

En el aspecto del mobiliario urbano tenemos farolas y papeleras reaprovechadas de otras calles donde se han sustituido. No lo veo mal. Las columnas de las farolas son normales, tipo carretera, las cuales quizás se podían haber limpiado y adecentado un poco más. Las luminarias si son nuevas de tecnología LED aunque las primeras que se instalaron en el camino Marín fueron las clásicas de vapor de sodio. Las papeleras si están repintadas y son circulares con doble apoyo (papelera modelo Barcelona o muy similar).

 

Echo en falta algún banco por lo menos en el gran anchurón de la acera del Camino Marín. Seguro que habrá alguno en los almacenes municipales de los que se han retirado en las obras de regeneración urbana. Tampoco hubiera estado mal algo de arbolado aquí ya que hay espacio de sobra en comparación con la acera donde sí se ha incluido.

Para ser una zona de nueva creación que se ha diseñado desde cero le veo como punto negativo el tema de las alineaciones de las calles y las curvas raras que se han formado empezando por la unión entre la parte nueva y la anterior del camino Marín y la otra al lado del Centro de Desarrollo Local en la calle Periodista Ángela Ruiz.

Quizá en la calle periodista Ángela Ruiz hubiera sido mejor mantener los aparcamientos en batería como estaba previsto desde un principio. Y parecido pasa en el camino Marín donde la trazada provisional que existió cuando estuvieron paradas las obras era mucho mejor. Se podría haber dejado el aparcamiento en batería donde estaba la zona de tierra durante las obras.

En las fotos se puede apreciar como eliminando los picos de los aparcamientos queda una trazada más lógica.

 

Pero no son las únicas cosas raras de esta zona porque también podemos sumar la extraña alineación del camino del Gato al entrar desde Cervantes hacia la comisaría donde si no giras te tragas la acera o la calle de entrada al Centro de Salud de Sutullena en donde la acera acaba en la pared del propio centro.

 

Ésta última del Centro de Salud da una sensación muy rara, es como si se cogiera un trozo de la calle y se desplazara unos metros a un lado. Recuerda a la típica calle que se va ampliando mediante el retranqueo de edificios que se van derribando pero justo a la inversa.